En la actualidad la gente que hace uso de cuentas
electrónicas, posee una identidad paralela en la red, es decir, que la
reputación en internet es el reflejo directo de la reputación real que lleva en
su diario vivir.
A la hora de conseguir trabajo este medio se vuelve
clave para controlar la trayectoria laboral/personal de los empleados, una mala
situación o un acto vergonzoso en el nombre virtual puede destruir por completo
la más intachable trayectoria laboral.
En dichas situaciones existen posibles soluciones
como el borrar la identidad digital, ya sea con el objetivo de restaurar la
honorabilidad online y empezar de cero o
bien para desaparecer por completo. Para conseguir este objetivo se requiere de
tiempo, paciencia y en ocasiones cantidades de dinero.
Para dejar de existir en internet se recomienda:
1. Borrar
todas las cuentas en redes sociales
Cada plataforma proporciona al usuario un control
de seguridad y distintas opciones para desactivar la cuenta, pero algunas las
hacen de forma temporal, por ejemplo: para eliminar por completo una cuenta en
Facebook, y no recuperar ningún dato o
contenido que se haya subido a la misma, se debe dirigir a la siguiente
dirección: https://www.facebook.com/help/delete_account.
2. Tratar
de buscarse y eliminarse
Para comprobar la totalidad de información que puede
estar existiendo en internet sin que se sea consciente de ello, es recomendable
hacer una búsqueda genérica en cualquier
buscador, por ejemplo Google.
Borrarme de internet, DeleteMe o
ReputationDefender,
entre otras, venden servicios por un precio que gira alrededor de los 100
dólares anuales, que permiten borrar el rastro del usuario.
3. Eliminar
direcciones de correo electrónicos
Para eliminar las cuentas sociales existe la
posibilidad de que el usuario requiera autenticación y para esto necesitará de
una dirección electrónica para el restablecimiento de palabras claves, es por
esto que se recomienda dejar para último paso la desactivación de las cuentas
de correos electrónicos.
4. Conocer
los riesgos inminentes
Nadie se encuentra exento de estar registrado en el
mundo virtual, por muy cuidadoso que sea, o aún sin que el usuario esté
registrado en redes sociales.
La información proporcionada sea personalmente o por
terceros, hace parte por más mínima que sea de la reputación online del usuario.
La manera más efectiva que el usuario puede controlar su información es cuidar lo que dicen de él las terceras
personas, para ello es recomendable que se haga uso de la Herramienta
de Alertas de Google, que permite monitorizar toda esta información
a través del correo electrónico.
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